lunes, 29 de junio de 2015

Musa dormida.

La musa se aburrió en las agujas del reloj, y el león, a la espera de la fortuna se durmió sobre sus aguas. Y como admitir que la realidad se ha vuelto una eternidad, que han pasado 6 meses atrapado en su espesor. Es difícil rebobinar el casete, grabarte nuevamente la cinemática preestablecida que nos define, y que inútilmente intentamos arreglar con pinceladas del color que mas nos gusta, y es que, hasta que punto te parece sano aparentar, fingir, dramatizar, por que es un drama, una sonrisa de oreja a oreja cuando la verdad, lo sabes bien, nunca hubo la necesidad de fingir...o quizá si, después de todo, estamos anclados a la hipocresía... Dime cuantas veces se deslizo la realidad por tu garganta sin desatar la tempestad. Al final, que carajo iban a comprender de esta complejidad, si eso es lo maravilloso de estar atrapado aquí. Son muy obvias tus órbitas. Escondida tras el velo. Tan oscuro el camuflaje. Me observas, y lo se, aunque refugies la mirada, yo lo se. Apenas audible es mi discurso para apabullar las amenazas, después de todo, es lo que puedo ofrecer a quien definitivamente no logra ver mas allá de su puta nariz. Quienes se refugian tras una piel de acero temen ser atacados, temen ser identificados... Tal vez una ves mas me halle estando de mas en las conversaciones, suelto en otra realidad mientras las palabras se difuminan en mi mente. Debatiéndome si realmente es lo que necesite ahora mismo, o probablemente me canse, de momento, de la misma formula. Hey, aveces una chispa de algo extra en los días no esta de mas, no siempre la felicidad es independiente, pero aprendes a hacerte a la idea de la monotonía del día a día. 

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