miércoles, 28 de octubre de 2015

Yo hice la tormenta.

No estamos atados a nada. Por ende, nuestro curso simplemente no se detendrá para navegar sin norte claramente entre las diversas constelaciones que se desplazan a nuestro al rededor. ¿Por que? ¿Para que? ¿Que sentido tendría dormirnos hasta que la magnitud nos despierte? ¿Acaso esperamos que nos rescaten?...¿de que? De nosotros mismos tal vez, las propias ruinas que nos delatan. Probablemente lo mas difícil de todo sera únicamente lidiar con nosotros mismos hasta poder compartirnos, separarnos, encerrarnos en otra humanidad para sentirnos menos, o en su defecto hacernos sentir. 

Simplemente tambalearnos entre las estrellas, pisar el universo, servirnos del vació un gran vaso con la dosis "perfecta", seguro no soy el único que ha vacilado con la palabra "perfección"
Pero veamos. ¿Que es la perfección... hasta que se agrieta en nuestros ojos? Me han repetido, a la vez que intento convencerme de que si, en efecto, tienen razón y tal vez yo tendría que caer en las lógicas absurdas que me proponen, pero no puedo... en un contexto exagerado y alejado de los sentimientos que nos atacan y nos definen, en el romanticismo prefiero buscar mi propia pala y cavar mi tumba antes de esperar y ver que lo hagan por mi.
Ya me sentare en el trono, y no sera precisamente por esperar que alguien me abra las malditas puertas.