Las flores se marchitaron en la espera de que sol se apague con un dedo, se secaron esperándote. Aprecio desde mi ventana verte vacilar en un colchón lleno de sueños vaciados sobre la piel flagelada, acaramelada. Permite que sea esta intuición la que hable por mi otra vez, que has tenido una aventura animal, apasionada. Gastabas la luna y su luz para llenarte de nada los labios sonrojados.
Escapar. Por que aveces, de esa manera es mejor aunque nadie se halle para comprender, tal vez hoy busques innovar en tu ritual de placer un lunes por la tarde en lugar de un viernes por la noche, o tal vez callar todo un mes y celebrarte que eres libre en un derroche de tristeza maquillada, interpretada por señales intactas, destacadas por nadie mas que tu intelecto cautivador.
Intento ver todos tus ángulos, sentirme parte de ti y tal vez sumergirme en tu demencia planetaria. Verte alinear los astros sin éxito remoto. Verte dormir acurrucada en la pena, vagamente amargada en un puchero desconsolado. Verte construir un puente y caer esperando ser salvada.
Tu mirada es una menta fresca para mi mente, relatas un amor que se agota al primer instante de suspiro.