Con el humo ahogado en la lengua palpe con ella su saliva. Cuestione su vicio. Aquel filtro de nicotina entre los labios de la juventud era una cuestión de imagen. Y yo me pase horas delineando sus ojos a través de mis cuencas.
Tal vez deberías tomar un tiempo para verme. Y quizá, si yo no fuera lo que hoy soy, después de las fisuras, hoy podrías tener tu espacio en el mio. Emigrar el sentimiento hasta las palancas que mecanizan mi sistema.
Tal vez, que de esta actitud tan amargada por todo seria mas llevadero un día sin criticar una miserable cosa, mira, lo he vuelto a hacer. Si algún día el día ha muerto sin que yo haya arrojado maldiciones al aire, ese día decaeré. Si a ciegas puedes desvestir la coraza que me identifica, lo que asocias tácito de mis defensas, sucumbe en las llamas... Conoce mi silencio. Explora mi mirada.